Quiero que vean que “polla” tan grande tengo
13 mayo, 2019
4

De un tiempo a esta parte se está convirtiendo, desgraciadamente, en algo habitual que los adolescentes suban a las redes sociales videos de contenido pornográfico.

Si hace unos años personajes malévolos eran los que se dedicaban a subir videos de alto contenido sexual de menores (pedófilos), hoy son los muchachos quienes se encargan ellos mismos de exaltar una practica atolondrada e imprudente, en ocasiones por puro exhibicionismo para ser aceptados en el grupo o para ligar. En otras porque ha visionado algo para lo que sus mentes no están preparadas y se ha banalizado de una manera extremadamente peligrosa sin saber que este tipo de prácticas (subir contenido a la red siendo menores) están duramente castigadas por ser delictivas.

Según los expertos comienzan a ver pornografía a los 10 años. Hay que tener en cuenta que no es admisible que los padres dejen a un chico de esa edad encerrarse en su cuarto sin ningún tipo de control. Las horas donde hay un pico más alto de visionado pornográfico se sitúan a las 16.00h (cuando supuestamente salen de instituto) y a las 11:00h (cuando se encierran con su móvil en la habitación).

¿Qué es lo que pueden ver en una web de contenido sexual?. Estereotipos absolutamente perversos donde les hacen interiorizar que la mujer tiene tres orificios, o que el hombre controla y domina siempre con una supremacía aplastante a las féminas, entre otros.

No entremos ya en prácticas cada vez más en boga en los portales porno como “el bukake”, género pornográfico y una práctica de sexo en grupo, donde una serie de varones se turnan para eyacular sobre una mujer, o “el gangbang”, un tipo particular de orgía en la que una mujer mantiene relaciones sexuales con tres o más hombres por turnos o al mismo tiempo. Esto puede llegar a incluir un número indefinido de participantes.

Es obvio que los cerebros de los jóvenes no están ni mucho menos preparados para ver este tipo de contenido tan explícito porque desvirtúan la realidad y pueden llegar a creer que son prácticas absolutamente normales.

La solución estriba en que tanto los centros educativos como las familias provean a los chavales de una educación sexual certera, eficaz y entendible.

Llevo mucho tiempo pregonando que también es necesario enseñar a los adolescentes a ver pornografía, explicando adecuadamente que lo que están viendo en las pantallas para nada es lo normal entre parejas, que la práctica sexual se debe desenvolver en la atracción, el placer y sobre todo el más absoluto respeto.

En EE.UU. ya se han puesto manos a la obra con un programa específico que es un elemento fundamental para la “alfabetización porno”.  Este programa esta dando unos resultados fantásticos y son los propios adolescentes los que comentan que estaban absolutamente equivocados acerca de la visión que tenían tan distorsionada de las relaciones sexuales debido a la contaminante industria pornográfica.

En resumen. No se trata de tener una “polla grande” o “unas tetas enormes”, sino de poseer un formidable y colosal cerebro y beneficiarse de la tranquilidad que supone discernir entre manipulación y realismo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

4 comments

  1. Muy interesante.
    Nunca te planteas que un niño pueda comenzar a ver este tipo de vídeos a edad tan temprana.
    Es imprescindible el control por parte de los padres del uso que se hace de internet.
    Por otro lado, la educación es lo único que puede proteger a nuestros hijos de todo lo que ven y oyen cuando no están con adultos.
    No hay temas tabú. Todo se puede hablar y es mucho más aconsejable que un experto lo haga.
    Gracias por tú reflexión

    1. Gracias a ti por tu comentario y tener una mente abierta para afrontar este tipo de problemáticas.

  2. Que poca conciencia tenemos los adultos!!! Nos pensamos que nunca llegará y al final nos pilla el toro!!! Pero, ¿cómo hablar con nuestros hijos si nunca preguntan?

    1. Hola Carmen
      Muchas veces nuestros hijos no preguntan porque se creen que lo saben todo. En otras ocasiones se fian de lo que le comentan los «colegas», y en otras, simplemente no se atreven.
      Como padres tenemos que adelantarnos a este tipo de situaciones y hablar con ellos de una manera natural y desenfadada. Sabemos que ven pornografía. Sabemos que se masturban. Sabemos que mantienen relaciones sexuales, pero parece como que no quisieramos enterarnos porque son temas muy delicados y los vemos como muy difíciles de afrontar.
      En último caso recurrir a un profesional ayuda a allanar el camino y os dará pautas a seguir para saber manejar este tipo de situaciones.
      Un saludo y espero haberte podido ayudar.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies