Llevo muchos años trabajando con adolescentes en riesgo de exclusión escolar y social.

Chicos con un alto riesgo de absentismo escolar, consumidores de diferentes tipos de drogas. Jovenes que ejercen la violencia filio-parental en sus hogares, verbal o físicamente. He visto insultos, amenazas, destrozos o agresiones provocadas por estos chavales hacia sus padres o tutores.

Con el paso del tiempo compruebo desgraciadamente que la situación va a peor y la culpa no sólo concierne a los adolescentes (falta de ilusión, incertidumbre, carencia de un proyecto de futuro para sus vidas….). Existen otros elementos que fallan y provocan las situaciones arriba reseñadas: La familia, los Centros Educativos y la propia sociedad.

La familia, porque no cuida los pequeños detalles cuando sus hijos son pequeños y no les enseñan a manejar sus frustraciones, rabietas o no son capaces de introducir en su vida una palabra tan importante como “NO”.¿Qué le vas a exigir a un muchacho/a con 14 años cuando durante toda su infancia has sido temerariamente permisivo?. Este aspecto lo explico de una manera clara y sencilla en mi programa “DETALLES”.

Los Centros Educativos, porque muchos docentes no están preparando a los jóvenes para su salida a la sociedad. No les inculcan espíritu crítico, ni les enseñan a pensar, ni se preocupan de su tristeza, soledad o amargura. Los síntomas de estas aflicciones son claros, pero para ello se necesita dedicación y entrega. Sólo les insuflan conocimientos, cayendo en una dejadez inadmisible.

La sociedad porque expone ejemplos vulgares, groseros y hasta, en muchas ocasiones, obscenos (Televisión y otros medios).

¿Y porque no tomar medidas conjuntas entre todos, incluidas las Administraciones, para, por ejemplo, prohibir la permanencia en las calles a partir de una determinada edad y hora?. Todo esto,  iría acompañado de programas de práctica deportiva, actividades culturales y reuniones conjuntas entre todos los agentes sociales implicados.

No estoy diciendo nada absurdo. Se ha puesto en práctica en un municipio de Gran Canaria en el año 2001 con un éxito atronador eliminando por completo el absentismo escolar (eldiario.es).

En Islandia se ha reducido con estas medidas de una manera drástica el consumo de drogas (El País).

No es propio de un país desarrollado y avanzado que te encuentres niños pequeños en los bares hasta altas horas de la noche.

¿Por qué no empezamos a trabajar en este tipo de soluciones?

Manuel Torres