Se esta convirtiendo en algo habitual, desgraciadamente, las agresiones sexuales grupales a mujeres.

Se han evaluado las causas que presumiblemente llevan a algunos a cometer actos tan atroces carentes del mas mínimo sentido de la compasión, humanidad y respeto, abocando a las víctimas a un sufrimiento perpetuo.

Tres factores, desde mi punto de vista, contribuyen a esta especie de epidemia brutal y cruel:

• La falta de educación sexual en las escuelas y familias.El programa pionero en Estados Unidos “aprender de la pornografía”, donde se les enseña a los adolescentes a visionar contenidos explícitos es algo extremadamente recomendable e instructivo (la mayoría de los adolescentes consumen pornografía).

La pornografía como tal ha variado enormemente en los últimos años. En las escenas actuales el sometimiento de la mujer a manos de un hombre o varios es brutal, convirtiéndose éstas en meros objetos sexuales al servicio del macho dominante. Las escenas que transmiten modalidades como el “gangbang” donde varios hombres tienen relaciones sexuales con una única mujer o se masturban delante de ella esparciendo su semen sobre su cuerpo contribuyen a que ciertos sujetos lo vean como algo normal y estandarizado. No son conscientes de que están realizando un daño atroz, simplemente se lo toman como pura diversión.

• El alcohol y las drogas.El consumo de este tipo de sustancias, generalizado, convierte al individuo en un ser decidido a cometer este tipo de delitos y a la victima en una desamparada marioneta . La desinhibición, la anulación de la conciencia provocadas por la ingesta de este tipo de sustancias conlleva adherido el minimizar una agresión sexual y delictiva.

Desgraciadamente, he visto casos en mi profesión que me inclinan a pensar que una buena educación sexual en el ámbito escolar y familiar, unido a un inexistente y nulo consumo de drogas nos llevaría a terminar con esta lacra que va en aumento día a día. Potenciar programas como el mencionado al principio de este artículo, sería algo extremadamente beneficioso para erradicar de una vez por todas este tipo de tropelías sexuales hacia las mujeres.

La sociedad esta cambiando constantemente, los dos pilares fundamentales de la educación: escuelas y familias deben de adaptarse a los nuevos tiempos, de lo contrario la solución se me antoja imposible.

Manu Torres